La osteoarthitis, la enfermedad más antigua del mundo



El dolor articular es una enfermedad antigua. Los esqueletos de dinosaurios, los restos de hombres de las cavernas y las antiguas momias egipcias tienen evidencia de ello. En 1886, un médico inglés llamado John Kent Spender acuñó el término "osteoartritis" que condujo a la comprensión moderna de la enfermedad.

Para aliviar el dolor y el sufrimiento de la osteoartritis, los curanderos antiguos probaron varios brebajes, algunos de los cuales persisten hasta hoy.  Hace más de 2500 años, los médicos egipcios trataban la osteoartritis con ungüentos que contenían grasa, aceite, miel o médula ósea, a menudo agregados a varios ingredientes secos como: harina, bicarbonato de sodio, comino e incienso. 

El padre de la medicina, Hipócrates, observó que “La hinchazón y los dolores articulares, las úlceras, las de tipo gotoso y la distensión muscular suelen mejorarse con agua fría, que reduce la hinchazón y elimina el dolor, ya que un grado moderado de entumecimiento elimina el dolor”. . Otro médico griego llamado Dioscórides planteó una idea menos duradera. Recomendó usar hiedra. Este tratamiento demostró ser menos efectivo, aunque la picazón posterior puede haber distraído a los pacientes de pensar en sus articulaciones.

La acupuntura, una terapia eficaz para algunas personas, es otro tratamiento antiguo que se ha mantenido prácticamente sin cambios durante muchos años. Un enfoque medicinal más antiguo que utiliza hojas de corteza de sauce sigue en uso en la actualidad. Estas hojas contienen ácido salicílico. La comprensión de los beneficios del ácido salicílico finalmente condujo a un gran avance por parte de un químico francés llamado Charles Frederic Gerhardt. El saltó a la fama por haber creado la síntesis química de la aspirina o ácido acetilsalicílico en 1897 que mejoró el ácido salicílico.

En años más recientes, la investigación clínica ha ayudado a arrojar algo de luz sobre esta dolorosa enfermedad. Aunque no existe cura para la osteoartritis, los investigadores han encontrado muchos tratamientos para controlar los síntomas. La ciencia ha demostrado que la actividad física es una de las formas más beneficiosas de controlar la osteoartritis. El CDC recomienda ejercicios como: caminar a paso ligero, andar en bicicleta, nadar y actividades de fortalecimiento muscular. ¡Es importante que te muevas y sigas moviéndote! Bajar de peso también puede ayudar a aliviar el estrés adicional en las articulaciones que soportan peso.

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